jueves

Dos pisos


Dos pisos y  veinte metros con el pasillo.
861 o 681, ya no recuerdo.


Dos pisos. 22:30 hs. de un día de miércoles, otra vez no pude.

¿Animarse a más? ¿y si alguien te abraza en ese momento? ¿ si me odias?
¿Si al sonar el timbre de tu casa y escuchar mi voz , no decís nada y colgás?

Nunca más respondiste a mis señales, es que no pude ser yo.

¿Nunca entendiste mis señales? pensé que estaba re claro eso.

Miedo.

          La respiración se acelera.

          Nunca sentí tanto mi piel como ahora.


- ¿Hola?
 Si... está…? Soy… yo…, eh... vine porque en realidad, estaba por acá, si, si pasé de casualidad… eh…bueno más o menos. Pero…
No, no me va creer.
- Hola, si… bueno, no se si te acordarás de mí, pero estoy acá y quiero abrazarte.
Seguro dirías:
- ¿Para qué?, no es momento, esperá, más adelante. Ahora no puedo.
No, no me va a escuchar, como siempre.y a no le importa y tiene razón. Pero estoy acá…
- Ya sé, mejor decile vos que estoy acá, yo salgo corriendo me escondo detrás de ese auto gris!, ¿Gris? 
Mejor no, tampoco me animo, ¿si se enoja?¿si se ríe de mí,otra vez?.


Mejor espero amiga, dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero la debo tener muy escondida en algún lado yo, porque no la encuentro.
- Bueno ya, toco el timbre, le pido que baje y le digo que sólo quería saber como estaba, ya que estaba tan cerca y que podemos quizá arreglar las cosas, hablar una vez más, con puntos suspensivos, o con punto y coma, pero no con punto final.
- Ay!… maldita inseguridad, maldito miedo, maldito maldito... benditos ojos.
- Mejor subamos de nuevo, en el séptimo piso me siento más cerca,  puedo espiar por la ventana Tal vez  ahí me siente  cerca y tome el ascensor  o baje dos pisos  siga derecho por el pasillo,  me vea y me diga… y me abrace… y… nada. No es posible.
- Mejor me voy, la sangre me arde en el cuerpo, la piel comienza a lastimarme, se estira y me duele, el pulso se me acelera, no puedo dominar la situación, estoy perdida.
Quizá el lunes.
¿ Qué día es el lunes? ah...entonces seguro que tampoco.
... 
 Lo vi llegar desde la ventana del séptimo piso
bajé.
Lo vi. Me vio.

Continuará.

No hay comentarios: