miércoles

Amor incondicional


Se ha perdido la frescura de unos ojos marchitos.
Veo en su rostro el paso del tiempo,
la nostalgia se aferra a mi piel barajando mi suerte.
Ella prisionera, yo también.
Como una roca fue muy fuerte,
pero el viento de una vida gastada fue haciéndola cada vez más débil
mas pequeña y casi sin sentimientos.
Al borde del abismo de una locura incesante, que no te deja dormir.
El monumento sigue intacto, guerrera de las adversidades,
mágica y estupenda salió del paso, una y  otra vez
enfrentada a los peores males,
a los más tristes momentos, oscuros, cielo sin estrellas.
Recuerdos que quedan durmiendo en una foto en blanco y negro
en unas cartas amarillas,
las manitos ya gastadas, no tienen ganas de luchar.
cuatro frutos de su amor incondicional que no pudo sostener,
de un árbol que conoce toda su historia,
frutos que hace tiempo abandonaron su rama,
y que hoy recuerdan su gusto y a veces no están.
Oculta los secretos de su corazón en un cofre de cristal
tan frágil y oscuro a la vez, como como una copa cubierta de vino que puede desbordar
en sangre fría, y derramarse por toda su estructura.
Conozco el recorrido de sus lágrimas,
el peso los años que la acechan,
y las herramientas con la que ya no pelea.
Se ha quedado inmóvil mi madre, perpetua en algún lugar del espacio.
De amor y más amor estuvo hecha su vida,
no quiere vivir más, no quiere ver la luz.
Quisiera encontrar la respuesta a las preguntas de su alma
mas no puedo mami, se me agotaron también las fuerzas.
 
Te amo.
 
Luz

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