lunes

Perifería de vos.

Peldaños dentro de mi cabeza que se enredan,
subo y bajo desesperada,
no encuentro la salida, nada es claro.
Mantengo distancia del músculo motor de mis angustias,
camino por una sinuosa ruta que me lleva a lugares nunca habitados.
Voy conociendo cosas que no sabía de mí,
descubrí por ejemplo que no estoy preparada,
que aún tengo días a mi favor,
que deseo más cosas de las imaginé,
descubrí también que hay ojos incapaces de verme
que las personas no cambian, ni se transforman,
Sólo nacieron así, como un asesino, está en su naturaleza.
Que no puedo torcer el destino y aunque vea todo color gris
Es un color que me sienta bien cuando estoy muy triste.
Observé en el camino que aunque haya miradas y entusiasmo
puede no haber amor, puede no haber nada, sólo momentos,
que no existen entonces, los cuentos de hadas.
Que la vida es muy larga y muy corta, depende con el cristal que se la vea.
Me choco con pensamientos que me aterran,
pero puedo esquivar cantando,
escribiendo,
amándome.
Vacilo nombres ausentes, que siempre lo fueron, que nunca estuvieron.
Pero no supe decir en años, el mío.
Me manifiesto ante el tablero con bandera blanca,
ya no me empecino en mover las fichas de su lugar,
es un juego en el que siempre voy a perder.
Hoy puedo ver navegando en mi inconsciente,
que allá más allá de las fronteras, estoy yo.
Siempre estoy yo. Cegada en aquella imagen nunca pude verme.

Luz.



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