Los rayos al centro de mi alma, de forma diagonal que se pierden luego en círculos y llamarada, me atraviesan.
El cuerpo que al dormir experimenta algo raro como despegarse de una oscura pesadilla repleta de oscuridad y figuras duras, dolorosas, sin magia, sin vida.
Dormir me lleva a los sueños de hacer realidad mi mundo interior como una estrella fugaz y verme con mis ojos y no con los ojos que me ven, que me juzgan, que quieren de mí lo que no soy, lo que no puedo, y revolucionariamente en mi paleta me pierdo en arcoirirs.
Este es mi mundo que refleja en el lienzo un alma y hasta se puede oír en el, mi única canción, y mi propia luz.
Luciana Carelli
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