lunes

Parlantes

Un parlante, chamuyaba con el otro
enojado le decía que se silencie porque lo aturdía.
Realmente le tenía celos, porque sonaba mejor,
no estaba desconado, pero  éste no le hacía caso, era indiferente
y cada vez, sonaba más fuerte.
El otro parlante un día se enojó,
y las letras que antes podíamos oír,
empezaron a salir del cono, con chuchillos flúor.
A los pocos segundos, sólo se oyó un sólo parlante,
que no funcionaba muy bien.

Luciana

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